lunes, 1 de diciembre de 2008

FELICIDADES!!!!!!!!!!!!

He pensado que el chico de pelo perfecto y ojos de chocolate se merecía una felicitación especial.

Te lo has ganado porque;

Me gusta como eres.
Me gusta tu naturalidad, me encanta tu humildad, tus detalles y tu sinceridad,
como te preocupas por mi y como estás ahí cuando lo necesito.
Me gusta como cada vez que hablamos siempre me preguntas qué tal estoy, qué como me va.
Me gusta lo dulce que eres,y me encanta que no hayas perdido la ternura de un niño aún teniendo 19 años.
Me gusta oírte reír por teléfono, y escuchar tu voz cuando estás sonriendo
Me gusta como sabes escuchar los problemas, las victorias, las derrotas y las paranoias que día a día tengo. Me encantan tus disparatadas hipótesis a cerca del sujeto en cuestión y me lo paso pipa con tus teorías sobre tu propio género.

No me gusta como abandonas a los hamster en sus tiendas de compra solo porque no tienen pelo, ni me gusta cuando me enseñas fotos de los bichos que diseccionas.

Me gusta que siempre estés alegre, y que siempre veas el lado bueno de todo lo que te concierne.
Me gusta ver como nunca te rindes, como siempre luchas hasta el final y como preservas tu sonrisa, pase lo que pase.
Me encanta la ilusión que tienes en lo que haces.
Me gusta como sabes lo que quieres y siempre intentas conseguirlo.

Me gusta tu parte de niño y me gusta tu parte adulta.
Me gusta como me entiendes y como siempre tienes algo que añadir, decir o comentar.
Me encanta ver como te preocupas por lo demás, como siempre tienes un detalle, un acercamiento, una señal, que hace sentir bien a la persona que está al lado.
Me encanta tu manera de decir las cosas.


No me gusta cuando te cortas el pelo, y mucho menos el flequillo. Ni tampoco me gusta cuando te rajas para finalmente no ir al casting ni de OT ni de Pelo Pantene.

Tampoco me gusta que estés lejos.

domingo, 16 de noviembre de 2008

PRIMER PUNTO DE PARTIDO

Decidida.
Con paso firme.
O al menos eso parece.
Las piernas me tiemblan, las muñecas me empiezan a doler. Sé que todo es sicológico. Se que puedo ganar, pero justo en ese momento recuerdo todos los puntos fuertes del contrincante. Y recuerdo todos mis puntos débiles.
Y entonces recuerdo a mi vocecilla externa favorita diciéndome que todo es cuestión de actitud. De la actitud adecuada.

Pasa un tiempo. Todo va bien. Veo juego, veo cierta competencia. Me estoy divirtiendo.

Tras un interminable intercambio de bolas ganadoras por ambas partes, llegamos al punto final. Al punto decisivo. Al punto de partido. Al primero de los tres que estoy dispuesta a jugar.

La bola viene a mi campo, la red le da permiso, mi raqueta se prepara, y mi hombro la desplaza hacia atrás.
Mi muñeca se interpone en el camino, decide que ella va a ejecutar el golpe. La bola se dispara de manera extraña, y se abalanza en el campo del contrincante en forma de globo, él le da como puede. Es así como llega a mi campo en forma de bola altísima, en forma de bolanecesitounaescaleraparagolpearla. Mi mente comprende que necesito un golpe especial para esa bola, necesito un remate.

Alzo mi brazo derecho hasta que mis ojos quedan cegados por el gigante foco que a menudo, tanto molesta. Ya he tomado la medida, mi brazo izquierdo va a dar el gran golpe. Para entonces mi muñeca está quieta, mi hombro ha recobrado la fuerza. Pero todo es inútil. El marco de la raqueta se ha interpuesto en mi camino, la bola sale disparada con un falso remate.La bola bota a un palmo de la línea. Sólo que en el lado equivocado. He perdido.

Mis rodillas tiemblan, pierden fuerza. Me siento mal. Caigo al suelo. Me tumbo en la pista roja. Estoy derrotada.Al borde de la linea blanca. Los focos me dan directamente en los ojos, me giro y me encuentro con la luna. La miro, me paro en ella, necesito distraerme.

Recobro la respiración. Ya me siento mejor. Nada como dejarse caer en la pista. Y mirar el cielo. Y ver esa tranquilidad, esa paz, esa tregua.

Al rato, me levanto, cojo mi raqueta, y agarro mi chaqueta. Me dirijo a la verja, cierro la puerta. Me chirría el verde metal de la entrada. Otra vez me despide de un partido perdido. He vuelto a saborear otra dulce derrota.





jueves, 13 de noviembre de 2008

POR UNA VEZ

Ha pasado el tiempo.
Y miro hacia atrás.
Hay errores, muchos.
Y demasiado orgullo que nunca ha servido para nada.
Y toda una lista de propósitos que jamás he completado.
Pero por una vez, no voy a rendirme a la primera, no voy a darlo todo por perdido antes de empezar a jugar.

He perdido cosas importantes, pero de momento no puedo recuperarlas, ahora no.
No es el momento, no puedo.
Las hecho de menos, tanto que me cuesta intentar volver a ellas. Pero creo que tengo que dejarlas pasar.
Al menos por un tiempo.

Es hora de jugar apostando por una carta. Apostando de verdad.
Merece la pena.
Y si pierdo, bueno, es parte del juego.

Por una vez, debo olvidar parte de lo ya conocido, para ver más alla.
Hoy quiero coger el camino difícil. Hoy tengo ganas de luchar.

sábado, 8 de noviembre de 2008

VISITAS

Ayer fue el día más extraño que recuerdo desde hace un tiempo hasta aquí.

Mi particular fantasma del pasado volvió de la forma más difícil e inesperada. Muchas veces yo también había pensado en volver, y además de la misma forma en la que él lo hizo. Pero por muchas razones (pereza, miedo, olvido, timidez...) lo he dejado pasar. Lo mejor es que me hizo sentir algo de lo bueno y nada de lo malo que ya había experimentado con él.
Solo fue una visita, sé que no podría volver para quedarse. Ya no pertenece a mi mundo.


También volví a reconocer a mi fantasma favorito. Vamos de fiesta en fiesta, nos vemos de subidón en subidón. El problema vendrá cuando estemos solos, cuando no nos quede mayor solución que hablar, que explicar, que pedir perdoón y que dejar el orgullo a un lado. Entonces ya no habrá un barullo de gente que te permita chillar porque no nos oímos (disfrazando toda la rabia y enfado acumulado), ni habrá cientos de personas a tu alrededor a las que mirar y no ver solo sus ojos en los mios, ni tropecientas visitas ni interrupciones en mitad de la conversación vacía, que nos darán un respiro, ni personajes a los que dar protagonismo para así evitar hablar de nosotros mismos.
Ya no podré escapar, ya no podré controlar nada, y vendrá el caos. Falta saber de qué color.

Así que ayer fue el día de recordar gran parte de lo olvidado, de revivir lo ya asimilado y de tocar tierra después de mucho tiempo divagando.




viernes, 7 de noviembre de 2008

TÚ DECIDES

¿Hasta cuando hay que seguir? ¿Debemos continuar? ¿Hasta qué punto? ¿Dónde esta el límite? ¿Quién lo pone?



miércoles, 5 de noviembre de 2008

LA MUJER SIN CUERPO

Semáforo en verde. El pie con firmeza que pisa el acelerador. Sin mucho entusiasmo que a 100 metros hay otro semáforo. Subo el volumen a la radio, y es entonces cuando noto una presión en el cuello, y en la nuca, y asciende y llega a la cabeza. Mi sistema nervioso manda ua rápida señal a mi cuello, y se gira suave pero rápido, con cautela pero ansioso. Mis ojos comienzan un exahusto recorrido, y se paran en un coche rojo. Mis pupilas chocan fuertemente con las suyas. Y el susto hace que pegue un brinco en un asiento ya maltrecho. Ahora sí. Mi cara desencajada cuadra con la suya. Una mujer de ojos insólitos me mira fijamente. Alarga el cuello y se esfuerza por acercarse a mi. Sus ojos se abren cada vez más. Es una mujer de pelo gris, con los ojos vizcos y como consecuencias mas tenebrosos que he visto nunca, desde mi coche veo su nariz putiaguda, su cuello alargado y ... un momento!! No tiene nada más!! Me entra un escalofrío por todo el cuerpo, mis ojos están más abiertos que nunca y mi raciocinio está trabajando más rápido que nunca para buscar una explicación! Me entra la risa nerviosa, no puedo parar de reir, mi madre se alarma, me mira, mira a la mujer y por fin, oigo su primera carcajada.

Entrecortada le digo que "la mujer sin cuerpo está mirando fijamente nuestro coche"", que nunca nadie me ha fulminado con unos ojos vacios de vida, y que seguro que está noche tendré pesadillas con ella. Mientras tanto no solo sigue mirando, sino que se esfuerza por hacerlo cada vez mas cerca, mientras busco el cuerpo de esa mujer, pero por Dios!! Donde lo tiene!!?!!

Sus ojos malditos se clavan en los mios, creo que me está intentando matar con su pupilas, nunca había visto nada igual, mi incredulidad se reduce a límites casi inexistentes. No puedo dejar de reirme y ella no puede dejar de mirar, creo que la estoy haciendo enfadar. No deja de mirar, pero es que yo tampoco puedo dejar de reirme mirándola, es un círculo vicioso totalmente irracional!

Es entonces cuando alarga su brazo, quita las llaves del coche e impulsa el manillar para abrir la puerta. Pone un pie en el asfalto, luego otro, y comienza a andar firmemente hacía nuestro coche, llega a él, golpea el crístal y todo mi cuerpo quiere desaparecer de allí, tal y como antes lo habia hecho el de la mujer. Al dar el segundo golpe en el cristal, consigue romper la parte superior derecha, que cae sobre mi rodilla, rompiendo el pantalón y derramando un hilillo muy fino de sanfre. La mujer mete la mano por el cristal, tantea la parte interior de la puerta, y encuentra el manillar, lo gira levemente, aparta la mirada de su brazo para dirigirla a nuestros ojos, veo un gesto de fuerza en su cara, oigo el rudio al abrir la puerta......................Y YO ME DESPIERTO!!

lunes, 3 de noviembre de 2008

Ese extraño cosquilleo

Estaba durmiendo la siesta. Me he despertado hace bien poco y me he dado cuenta de algo importante. Ha vuelto ese extraño cosquilleo, una sensación por la que se que debo hacer una cosa y no otra, una sensación que me impulsa a ser decidida. No es que no sintiera nada antes, ni que hubiera perdido la inspiración ni mucho menos el entusiasmo. Simplemente me guiaba por otras razones, quizá más racionales pero menos humanas.

Siempre he escrito. Siempre me ha gustado escribir. Es la razón por la que estoy donde estoy, por la que tengo este blog y por la que he elegido este trabajo. Pero lo había abandonado, había dejado este blog, había dejado mis historias a medias y había dejado cualquier cosa relacionada con el hecho de "contar".

Creo que ha sido porque lo echaba de menos, porque he descubierto que siempre necesitaré "contar", porque necesito una vía escape y porque me siento especialmente bien, o especialmente mal. Aun está por decidir. Lo que si tengo claro es que lo necesito.

Ha pasado mucho tiempo desde que escribí por última vez, siempre pensaba como excusa "es que no tengo nada bueno que contar" que realmente significaba "es que no tengo nada que contar a los demás", pero a mi mí misma a lo mejor sí, y si no solo lo piensas, sino que también lo escribes, te queda mucho más clarito.